"Bette Davis, vida y apogeo de una dama"
- davidoq
- 29 sept 2016
- 2 Min. de lectura

Cuan efímera puede resultar la estela del éxito. Un día pareces tenerlo todo en tus manos, y al otro se desvanece entre tus dedos sin que puedas hacer nada. Creo que más allá de ser una historia de ficción, esta es la historia de una gran dama, la de Bette Davis. Hacia 1950, la carrera de la actriz ya estaba en horas bajas. A sus 41 años, parecía que ya nada nuevo le depararía su carrera. Había llegado ya a la frontera en la que una actriz debe retirarse y dejar paso a su relevo. Todas sus grandes actuaciones pasadas parecían no contar en absoluto, quien recordaba ya Jezabel (1938), La carta (1940) o La loba (1941). Este podría haber sido el fin de su historia, pero a veces el destino decide que algunas personas aun tienen un papel que jugar. Llegó la oportunidad que Bette Davis estaba esperando, el que se convertiría en el papel de su vida. Debía interpretar a una actriz en su misma situación. Bette Davis todavía tenía mucho que luchar. Actuar era su vida y no iba a renunciar tan fácilmente. Claudette Colbert estuvo a punto de arrebatarle esta última oportunidad, pero quiso la suerte que esta enfermase, el resto ya es de sobra conocido. Llegó Eva al desnudo (1950), y con ella su segunda edad de oro. Pero Bette Davis se vería más de una vez al borde del abismo, pero siempre conseguía salir triunfante; su tercera edad de oro, iniciada por ¿Qué fue de Baby Jane? (1962) le abriría las puertas de la eternidad, como una mujer que nunca se rindió, como una mujer que "lo hizo del modo difícil".
Gracias Mankiewicz por orquestar la gran maravilla de Eva al desnudo, por regalarnos a Anne Baxter, a George Sanders, a Celeste Holm, a Thelma Ritter... y sobre todo por devolvernos a Bette Davis. Gracias por hacer que me enamorase de esos ojos, de esa risa... Gracias...
Comments