top of page

"Deseos culpables"

  • davidoq
  • 30 sept 2016
  • 1 Min. de lectura

La nouvelle vague había mostrado al mundo una segunda edad dorada del cine francés, atrás quedaba el gran cine de Jean Renoir, Marcel Carné, Jacques Becker, Henri Georges Clouzot, Jean Vigo y Max Ophüls. Era el momento del auge de una nueva saga de directores, directores formados en universidades, directores con una nueva forma de hacer cine. Si bien hubo directores puente como Robert Bresson, que siguió trabajando incansable, este era el momento de Jean-Luc Godard, Louis Malle, Alain Resnais, Jean-Pierre Melville y François Truffaut. Ellos iniciaron el cambio. Ellos simbolizaron el cine de rebeldía. Ellos simbolizaron, aun sin buscarlo, el espíritu de Mayo del 68.


Sin duda los directores franceses se propusieron revolucionar el cine, pero ellos, no serían el rostro de este cambio. Ocultos tras las cámaras los rostros que ilustrarían el nuevo cine serían actores como Alain Delon, Jeanne Moreau, Jean-Paul Belmondo... pero sobre todo belle de jour, Catherine Deneuve. Desde Polanski a Buñuel, Catherine Deneuve trabajó en algunas de las obras maestras más relevantes del siglo pasado.


Junto a su hermana Françoise Dorléac ambas se propusieron convertir en leyenda. Tristemente fallecida a los 25 años, Françoise Dorléac, no pudo acompañar a su hermana en su carrera por la fama. Los paraguas de Cherburgo (Jacques Demy, 1964), Repulsión (Roman Polanski, 1965), Belle de jour (Luis Buñuel, 1967), Tristana (Luis Buñuel, 1970), Crónica negra (Jean-Pierre Melville, 1972) o El último metro (François Truffaut, 1980), son solo algunos de los ejemplos, ejemplos de esta gran leyenda viva del cine, la Claudia Cardinale francesa, la rubia de hielo.

Comments


A NEW WORLD,

A NEW BEGINING

#1 

Porque he olvidado y me han olvidado

 

#2

Porque he sufrido y me han hecho sufrir

#3

Porque ya no cuento ni me han hecho contar

© Copyright

© 2023 by Salt & Pepper. Proudly created with Wix.com

bottom of page