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"Especial Octubre: Alfred Hitchcock"

  • davidoq
  • 11 oct 2016
  • 3 Min. de lectura

Diario 11 de octubre 2016: 12:30


Hace ya una hora que hemos cerrado las puertas del hospital. Ya nadie puede entrar ni salir. Ha sido difícil, pero el Dr. Lawrence se las ha ingeniado para desviar a los nuevos pacientes al Hiroshige. Parece que su labia esta a la altura de su dominio con el escarpelo. No deja de sorprenderme. La enfermera Sanders sigue de los nervios pero aun así su energía permanece inagotable. Todo sería genial, si no malgastase esa energía en caminar de un lado para otro, suspirando y sollozando cada dos pasos. Me pone de los nervios.

El Dr. Lawrence se ha propuesto reunir a todo el personal y encerrarlo en el ala norte. Dice que allí estarán a salvo. En cuanto a los pacientes...

-¿Ha oído ese ruido Dr.?

-¿De que ruido habla?

-En el laboratorio.

-Entremos a ver.

-¿Y el Dr. Lawrence? Todavía no ha vuelto. ¿Lo esperamos?

-Acabaremos rápido. Es solo echar un vistazo. Debemos asegurarnos.

-Pero y si...

-Tonterías. Hemos de ser valientes. Pase usted primero. (La empuja hacia la puerta). Yo la sigo.

-Habrase visto. ¡Entre usted!

-Era una broma mujer. No se lo tome así.

-Esta el ambiente como para bromas... Entre de una vez si quiere, pero a mi déjeme tranquila.

-Entraremos los dos. No pienso dejarla aquí sola.

-Ahora se ha vuelto usted un caballero. Usted que siempre esta enfermera esto o enfermera lo otro. Apártese ya entro yo. (Lo aparta de un manotazo).

-Espéreme. (Entran).

...

-De verdad no lo entiendo. No tenia tanto miedo cuando entro en la morgue.

-En mi defensa diré que tenía un extintor y eso...

-Tonterias. Actue como un hombre.

-Vale... pero deje esa actitud castrante de una vez. Me gustaba más cuando estaba de los nervios.

-(Caminan poco a poco al amparo de la oscuridad. Cuando de pronto). Buuuu.

-Aiii... Aiii... No haga esas cosas. No es momento para sustos.

-Yo... Yo no he sido.

-He sido yo. (Una voz se alza de las sombras).

-¿Quién demonios es usted? ¿Y a que demonios venia lo del susto? (Gritando).

-Tiene caracter rubia.

-¡No me llame rubia!

-En serio, ¿podría decirnos quien es de una vez?

-Les daré una pista. (Se enciende una luz y se ve una sombra de perfil proyectada en la pared).

-(Ríe). Tienes que reconocer que es una carta de presentación única.

-¿Quién es? (Susurra a ella al oído del Dr.).

-Acaso no me reconoce. Señora mía, me decepciona usted. Esto es peor que... (Se calla).

-¿Peor que qué? ¿Por qué no acaba la frase? (Susurrando).

-Señorita si quiere decirme algo dígamelo a la cara. Es usted una... (Se calla).

-¡Esta de coña! ¿Me esta tomando el pelo?

-No te lo tomes en serio debe estar defectuoso. Será mejor que nos vayamos.

-Esperen un momento. Si se van no podré... (Se calla).

-Ahhhhh no puedo más. ¿Por qué demonios hace eso?

-Es que acaso no sabe que soy el maestro del suspense. (Ríe a carcajadas).

-¡Que tío más raro!

-Debes reconocer que tiene su gracia. (Ríe).

-Estais todos locos. Yo mejor me voy y os dejo hablar a los dos solos.

-Anda no seas así. No ves que es Alfred Hitchcock.

-Por lo menos no me ha confundido con George Kaplan. (Vuelve a reír).

-Si lo mejor será que nos vayamos. No se si será el maestro del suspense, pero el de los chistes malos... Por lo menos sabemos que Francis no ha pasado por aquí. (Salen).

...

-Vaya maestro del suspense.

-Tienes que reconocer que es de los mejores con los que nos hemos encontrado. Por lo menos no ha intentado comernos.

-Eso tiene que consolarme. ¡Esta jodidamente loco!

-Nadie es perfecto. (Surge por el pasillo un pequeño hombrecillo. Lleva en las manos un bol de palomitas).

-¿Ese es Billy Wilder?

-¿Eso que lleva son palomitas?

-En que se va a fijar usted.

-¿Es que no le parece raro? Ademas son de las de mantequilla. ¡Que hambre!

-¿Quiere muchacha?

-Hombre si se empeña.

-¡Pero que hace!

-Yo solo...

-Coja, coja. A cambio usted me permite darle un pequeño mordisco y en paz.

-Mejor en otro momento.

-Recuerde de mantequilla... Como usted quiera. (Sigue andando hasta irse).

-De veras tengo hambre... Además me ha parecido muy descortés de su parte... El solo quería ofrecerme unas pocas palomitas...

-¡Si! ¡Y devorarle la cara!

-Eso no lo sabemos... Además, el hombre parecía majo. Fijo que...

-Será mejor que vayamos a buscar al Dr. Lawrence.

-¡Así podremos comer todos juntos!

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